Embarazo

La forma de alimentarse y el hacerlo correctamente es algo que nos preocupa durante toda nuestra vida. Durante el embarazo la inquietud es mayor, ya que llevar una dieta equilibrada en esta etapa influirá positivamente en la salud tanto de la mamá como del bebé.
El embarazo supone una mayor demanda de nutrientes, ya que aumentan las necesidades de energía, proteína, vitaminas y minerales, para un correcto desarrollo del feto, y otros tejidos de la madre. Es común escuchar la frase “tienes que comer por dos” si estás embarazada, pero es errónea, y lo realmente cierto es saber que la alimentación “es el doble de importante” para conseguir 4 objetivos imprescindibles: Cubrir las necesidades nutricionales de la mujer embarazada y del feto, Mantener un buen estado físico y digestivo durante el embarazo, y Prevenir o tratar enfermedades como la diabetes gestacional o la preeclampsia.
Se trata de que la dieta se adapte a las necesidades, por eso este incremento debe ser individualizado, aportando la cantidad y variedad necesaria de nutrientes, mediante un plan personalizado de intercambios de alimentos.