La Hipertensión o tensión elevada, y Dislipemias, o aumento de niveles de colesterol y triglicéridos en sangre, son alteraciones que no tienen manifestaciones hasta que algún órgano ya se encuentra dañado, hay una relación directa con el aumento de peso corporal y grasa abdominal, y aumentan considerablemente el riesgo cardiovascular.

Un cambio del estilo de vida como primera opción es el pilar básico para la prevención y tratamiento, para lo cual debemos personalizar la recomendación nutricional. Sin embargo, como la adherencia suele ser baja a largo plazo incidimos no solo en la personalización del plan de intercambios de alimentos y ejercicio, sino en una correcta educación nutricional, introduciendo cambios paulatinos y en el estilo de vida.

En los pacientes con alto riesgo es fundamental un adecuado diagnóstico y tratamiento farmacológico, coordinando la consulta médica con el tratamiento nutricional.