En obesidades mórbidas, cuando existe un gran exceso de peso, con comorbilidades, o un alto riesgo cardiovascular, se hace necesaria la intervención quirúrgica, ya que el tratamiento médico, farmacológico y nutricional es insuficiente. Los objetivos de la cirugía bariátrica abarcan la disminución del peso en forma de grasa, mejora de comorbilidades y del riesgo cardiovascular, y la mejora de la calidad de vida.
Es un proceso que implica una fase preoperatoria, dónde es imprescindible la instauración de hábitos saludables de alimentación, recomendable pérdida de peso previa, así como un seguimiento nutricional postoperatorio, por los cambios digestivos y de absorción de nutrientes que se producen tras la operación.
El mantenimiento del peso perdido se conseguirá con control médico y nutricional mediante un plan personalizado por intercambios de alimentos y ejercicio para que el paciente tenga la autonomía que necesita, además de una atención psicológica para afrontar adecuadamente los cambios que se producen.